Los alimentadores Brute Force están diseñados para proporcionar un movimiento vibratorio uniforme, potente y resistente mediante la acción de motores vibratorios montados externamente, lo que los convierte en una solución ideal para el transporte y alimentación de materiales pesados, voluminosos o de difícil manipulación.
Este tipo de alimentador se basa en un diseño simple pero efectivo: la vibración se genera a través de uno o dos motores desbalanceados (motovibradores) que producen una vibración lineal constante regulable con variadores de velocidad, impulsando el material a lo largo de una bandeja o canal. Gracias a su estructura reforzada y funcionamiento continuo, los Brute Force son ideales para las industrias minera, cementera, reciclaje, áridos, fundición y siderurgia, entre otras.