Las placas magnéticas son separadores industriales diseñados para eliminar partículas metálicas no deseadas en procesos de producción continua. Estas unidades se instalan comúnmente sobre fajas transportadoras, caídas por gravedad, chutes, ductos o tuberías, permitiendo la atracción y retención de partículas ferrosas mediante potentes campos magnéticos.
Fabricadas con imanes cerámicos o tierras raras (neodimio), y encapsuladas en carcasas de acero inoxidable, ofrecen una combinación ideal de resistencia, durabilidad y potencia magnética. Los circuitos cerámicos proporcionan una gran profundidad de campo, lo que los hace especialmente eficaces para montajes sobre el flujo de material. Por su parte, los circuitos de tierras raras (RE) se destacan por su intensidad magnética al contacto, siendo muy efectivos cuando la placa está ubicada en el fondo del chute, directamente bajo el flujo.
Gracias a su diseño compacto y adaptable, las placas magnéticas se integran fácilmente en líneas de producción existentes sin requerir modificaciones complejas. Además, requieren un mantenimiento mínimo, limitado a la limpieza periódica de la superficie magnética, aunque también están disponibles versiones con sistemas de limpieza automática para procesos de alta demanda.